A las siete de la mañana del domingo 7 de septiembre se levantó Quique, el más madrugador de los romeros que nos disponíamos a realizar el camino de El Cerro (yo me quedé fritito).
La hora de levantarse no tiene mérito alguno si no tenemos en cuenta que nos fuimos a dormir, tras la actuación en la V Noche Romera, a eso de las cuatro de la madrugada (algunos un poco más tarde). Por cierto, queremos aprovechar este articulo para
felicitar a los organizadores. Creemos que, cada año, son más acertadas tanto la elección de los participantes como el montaje que se lleva a cabo. Enhorabuena, Jose y Toñi. Un abrazo.
Pero volvamos al amanecer del domingo... Suena un teléfono móvil ¿Diga? ... ¿Dónde andais maestro?... En mi casa ya vamos "parriba"... pero si son... ¡las ocho de la mañana!.
Andrés comienza una carrera sin tiempo en la que se atraviesa la mesita de noche, las botas que no se cierran bien, las gafas que no aparecen, las llaves ¿donde estarán?, lavao del gato en la cara, cuatro estirones de pelos pa peinarme y entre tanto, Paco, Esmeralda, Raul, María, ... Brrrrr medio coro pegado al movil marcando el 619...(son las ocho, son las ocho y cinco, son las ocho y siete...). Y Quique esperando a Andrés en la esquina del pelao. ¡Ya tuve cantinela pa to el día!
Y llegamos a la nave de José Martínez (gracias también a ti por cedernos tus instalaciones y tus herramientas para elaborar nuestra carroza), enganchamos la carreta al tractor Miguel Angel y se va pa la casa del coro a recoger a la gente.
¡Vaya caretos que se ven a estas horas! Algunos, despues de cargar todo lo necesario para el perol, se metieron al fondo del carretón y de allí, para sacarlos, por poco le tenemos que echar el hurón (¿eh Tolete y Alfonso?). Claro que Magdalena con el megáfono despertó a más de uno y a más de una cuando nos cruzamos con su carroza en la rotonda de Villafranca.
Pero qué ganas tenía la gente de romería. Fue subirse en el carretón y las niñas, enseguida, ... "por la Puerta de la Villa van a salir las carrozas...". Mucho me temía yo que en la misa se iba a hacer necesario bajar lo menos catorce trastes las canciones, pero... ¡de eso nada! la cejilla donde correspondía ¡las voces calentitas, con cebolla!
El camino... ¡Madre mía qué camino! Por poco le sirve la lengua al burro que llevaba Jose, el peluquero, para limpiar la carretera ¡Ni el jamaicano ese de las olimpiadas! ¡Nada! Mi cuñao Juanjo, mi cuñao Fran y los padres de Adora y de Rocío y yo hicimos el camino más rápido de nuestra vida, lo puedo asegurar.
La cerveza que teníamos en la mano, desde el huerto de Cayetano hasta el puente de la Virgen del Sol, no le dió tiempo ni a calentarse. El jamón que llevabamos colgado en la carroza iba medio asustado... ¡Qué barbaridad! La primera carroza llegó al cerro a eso de las diez y el sargento de la guardia civil, ¡dale que te pego a la manita!¡Aaarre que es tarde!¡Es tremendo!
Llegamos al Cerro, bajamos las cosas, preparamos un poco el charnaque, fuimos a saludar a la Virgen y le ofrecimos nuestros cantos a los pies de su altar en la misa de romeros. La verdad es que cantar al ladito de la Virgen te da un sentimiento añadido que no se tiene en ningún otro sitio. ¿Verdad romeros?
Despues de la Santa Misa nos dirigimos hacia donde teníamos el perol y hubo un ambiente muy, muy agradable. Nos visitaron muchas personas (si de algo puede presumir la romería de nuestro pueblo es precisamente de la hospitalidad que siente el visitante, eso es innegable,...). Nosotros fuimos, vinimos de
otros peroles, en fin el trasiego lógico de este día.
Y Quique dijo ¡Arroz! y el arroz se hizo. Calculo que comimos en torno a setenta personas.
El rato de cante, ni que decir tiene que no faltó.
Y nos fuimos viniendo, poco a poco para el pueblo. ¿ya hemos terminado?¡Qué va! De nuevo empezó la fiesta, esta vez en la puerta de la casa del coro. Allí, honrados por cierto por la visita de nuestro párroco, Don Pedro, pusimos unas mesitas, Angel sacó la guitarra y Antonio, el Veneno, el pelao, Tolín, Parrita, Manuel y Enrique hicieron de las suyas.
Isa Redondo se empeñó en comer pizza ¿que no lo consiguió? ¡Nueve nos clavamos entre todos! Nos lo comimos todo, todo, todo,... Un rato más de cante y,... a la cama romeros.
La verdad es que lo pasamos de muerte. Cuando la gente se encuentra a gusto una cosa lleva a la otra y el fin de semana ha sido redondo, desde el último ensayo del viernes 5 hasta que nos fuimos de la casa del coro el domingo, a media noche.
A todo esto, nuestros romeritos ¡Ni se lo pasaron en grande!¡Ni se divirtieron encima de la carroza en el camino de ida y vuelta! ¡Ni encima del remolque de Quique! Y lo mejor de todo...¡Ni se mancharon ni ná! Creo que algunas lavadoras aún están dando vueltas con triple dosis de Ariel (el de la botella colorá), a otras se les ha quemado el motor de tanta revolución.
Ellos son nuestro futuro a a ellos hemos dejar nuestro legado más íntimo, el amor a la Virgen y el tesoro de una amistad como la que, día tras día, también ellos fortalecen. Hojalá copien de nosotros, los mayores, lo que de bueno podemos ofrecerles y enseñarles.
En fin, romeros, este fin de semana volvemos a las andadas con la boda en Adamuz, la posible actuación en Alcaudete y nuestra casa, siempre,... nuestra casa, centro neurálgico de nuestro grupo.
Saludos romeros. Ya insertaremos fotos en esta entrada (Hay un montón,... ya vereis,... ya)