lunes, 14 de septiembre de 2009

Y, efectivamente, estuvimos donde había que estar, cuando había que estar...


La verdad es que cuando hay que arrimar el hombro, estareis de acuerdo en que Adamuz es único. Desde aquí, un ¡¡Olé!! por la respuesta que nuestro pueblo dió a la llamada de ayuda de ese chaval, de Emilio para algo tan importante como salvar su salud y su vida.

Fue un honor compartir escenario con el Coro de la Hermandad de la Borriquita de Montoro, con Peregrinos de María, de Adamuz y con el Coro rociero de San Benito, venido desde Obejo.

A todos ellos un abrazo y a vosotros, romeros, gracias por haber puesto vuestro arte, una vez más, al servicio de los demás, de los que, de veras, nos han necesitado.
Gracias, Señora, por el fruto de nuestros campos, oro amarillo que alimenta las vidas de nuestro pueblo.

¡Viva la Reina de los adamuceños!
¡Viva María Santísima del Sol!