En una pequeña aldea de la India, vivía un acaudalado señor que contaba, a su servicio, con más de cuarenta personas. Trabajadores que, cada cual en su encargo, se afanaban, de sol a sol, en contentar a su señor por un plato de comida, algunas comodidades, aunque pocas, que les hiciesen la vida un poco más llevadera y un "porvenir" mejor para los numerosos hijos con que, cada uno, contaba en su familia.
De entre los sirvientes de aquella hacienda había dos que sólo se dedicaban al acarreo de agua, desde un pequeño arroyo que circundaba la propiedad del señor hasta la casa de éste. El arroyo distaba unos ochocientos metros del aljibe donde, poco a poco, cubo a cubo, día tras día depositaban el agua los dos trabajadores, cada cual al ritmo que se le marcaba...
Era aquel un camino sinuoso. Una vereda que transcurría por un terreno algo escarpado lleno de vegetación. Frío en invierno, caluroso, a todas luces, en verano. Adornado, eso sí, y siempre en primavera, por el jolgorio de miles de pajarillos que reboloteaban por entre las ramas de los árboles. Alegres, joviales,...
Un día, el señor, llamando la atención de uno de sus siervos, le dijo:
-Has de trabajas mucho más de lo que lo haces. Tu compañero, al que equiparo en salario contigo, aporta mucha más agua que tú y no estoy dispuesto a transigir un solo momento más con esta situación. Distraes la atención de tu trabajo con eternas miradas hacia el paisaje y, de otra parte, una de las dos vasijas que portas a hombros está agrietada y pierde agua. Sabes que cuando te contraté puse a diposición de cada uno de vosotros un recipiente nuevo, a estrenar. ¡Ni sueñes que voy a cambiar tu cubo roto! ¡Tu lo has estropeado con tu mala forma de portarlo! Sólo te queda una solución y no es otra que la de agilizar tus pasos para, de esta manera, equipararte con tu compañero en los litros de agua acarreados en cada jornada.
Esa noche, el trabajador al que el señor había reprendido por su mal trabajo no pudo por más que no dormir. Daba tumbo tras tumbo en la cama a sabiendas que no había solución para el problema. El no podía adquirir una vasija nueva porque no disponía de dinero para ello. Y tampoco podía prescindir de su trabajo porque su prole era demasiado numerosa y todo lo que ganada era poco para poder alimentarles a todos...
A la mañana siguiente, en un pequeño receso, pactado, en su trabajo, salió al encuentro del señor y le dijo, cabizbajo, con las manos a la espalda y casi temblando de miedo:
-Mm mmi señor, se que mi trabajo no te rinde lo que tu esperas cada día, que el agua que vierto en tu aljibe no iguala a la que consigue acarrear mi compañero. Bien dices que mi vasija está rota, llena de agujeros. Te aseguro que mi frecuencia de bajadas y subidas hasta el arroyo es mayor que la de mi compañero, porque hasta él mismo es capaz de observarlo y, además, lo reconoce al final de cada dura jornada. No puedo hacer más ni mejor trabajo para tí, mi señor, porque cada día termino, casi al límite, totalmente extenuado.
- Puedes decidir sobre mi futuro como siervo tuyo, porque en ti reside tal decisión. No obstante, quiero que repares en mi lado del camino,... en ese en que se vierte el agua que pierde mi rota vasija. En él crecen las flores, cada primavera, con más esplendor que en el lado contrario, y son más duraderas en los meses del largo verano. Estas flores, cada día son asaltadas por cientos de pequeñas y trabajadoras abejas que son capaces de preñar de miel tus ricos panales. Esos que producen el dulce manjar con que, cada semana, agasajas a tus amigos. La hierba, siempre fresca y frondosa que crece al hilo del agua derramada, alimenta, con creces, a las dos vacas con cuya leche alimentas, diariamente, a tus dos preciosos hijos; además,...
El señor puso sus dedos sobre los labios de su siervo y... le abrazó. Después, bajó la cabeza y se marchó, camino arriba, contemplando el suave esplendor del estallido de primavera que bordeaba el sendero, corría el mes de abril...

De entre los sirvientes de aquella hacienda había dos que sólo se dedicaban al acarreo de agua, desde un pequeño arroyo que circundaba la propiedad del señor hasta la casa de éste. El arroyo distaba unos ochocientos metros del aljibe donde, poco a poco, cubo a cubo, día tras día depositaban el agua los dos trabajadores, cada cual al ritmo que se le marcaba...
Era aquel un camino sinuoso. Una vereda que transcurría por un terreno algo escarpado lleno de vegetación. Frío en invierno, caluroso, a todas luces, en verano. Adornado, eso sí, y siempre en primavera, por el jolgorio de miles de pajarillos que reboloteaban por entre las ramas de los árboles. Alegres, joviales,...
Un día, el señor, llamando la atención de uno de sus siervos, le dijo:
-Has de trabajas mucho más de lo que lo haces. Tu compañero, al que equiparo en salario contigo, aporta mucha más agua que tú y no estoy dispuesto a transigir un solo momento más con esta situación. Distraes la atención de tu trabajo con eternas miradas hacia el paisaje y, de otra parte, una de las dos vasijas que portas a hombros está agrietada y pierde agua. Sabes que cuando te contraté puse a diposición de cada uno de vosotros un recipiente nuevo, a estrenar. ¡Ni sueñes que voy a cambiar tu cubo roto! ¡Tu lo has estropeado con tu mala forma de portarlo! Sólo te queda una solución y no es otra que la de agilizar tus pasos para, de esta manera, equipararte con tu compañero en los litros de agua acarreados en cada jornada.
Esa noche, el trabajador al que el señor había reprendido por su mal trabajo no pudo por más que no dormir. Daba tumbo tras tumbo en la cama a sabiendas que no había solución para el problema. El no podía adquirir una vasija nueva porque no disponía de dinero para ello. Y tampoco podía prescindir de su trabajo porque su prole era demasiado numerosa y todo lo que ganada era poco para poder alimentarles a todos...
A la mañana siguiente, en un pequeño receso, pactado, en su trabajo, salió al encuentro del señor y le dijo, cabizbajo, con las manos a la espalda y casi temblando de miedo:
-Mm mmi señor, se que mi trabajo no te rinde lo que tu esperas cada día, que el agua que vierto en tu aljibe no iguala a la que consigue acarrear mi compañero. Bien dices que mi vasija está rota, llena de agujeros. Te aseguro que mi frecuencia de bajadas y subidas hasta el arroyo es mayor que la de mi compañero, porque hasta él mismo es capaz de observarlo y, además, lo reconoce al final de cada dura jornada. No puedo hacer más ni mejor trabajo para tí, mi señor, porque cada día termino, casi al límite, totalmente extenuado.
- Puedes decidir sobre mi futuro como siervo tuyo, porque en ti reside tal decisión. No obstante, quiero que repares en mi lado del camino,... en ese en que se vierte el agua que pierde mi rota vasija. En él crecen las flores, cada primavera, con más esplendor que en el lado contrario, y son más duraderas en los meses del largo verano. Estas flores, cada día son asaltadas por cientos de pequeñas y trabajadoras abejas que son capaces de preñar de miel tus ricos panales. Esos que producen el dulce manjar con que, cada semana, agasajas a tus amigos. La hierba, siempre fresca y frondosa que crece al hilo del agua derramada, alimenta, con creces, a las dos vacas con cuya leche alimentas, diariamente, a tus dos preciosos hijos; además,...
El señor puso sus dedos sobre los labios de su siervo y... le abrazó. Después, bajó la cabeza y se marchó, camino arriba, contemplando el suave esplendor del estallido de primavera que bordeaba el sendero, corría el mes de abril...

16 comentarios:
que bonitooooo :)
Bueno, tal vez la figura del Pensador de Rodin nos haga ver y leer entre lineas ¿no?
Es un buen relato para pensar...
Por cierto Paco, mira a ver si tienes algunas fotos más de los ensayos y los metes en un pen.
Anita, dile a tu madre que te pase las fotos del Rocío a un pen, también. Gracias, preciosa.
JC, dile a tu padre que este sábado se traiga las fotos que la quedan de la peregrinación. (no se si me dijo que iba a hacer una presentación o no).
Pedazo de relato. Es precioso y solo puede salir del corazón de alguien bueno. "Grande el que lo haya escrito que me imagino quien es".
Ya lo he dicho más de una vez: Para entrar en este blog vamos a tener que estudiar carrera de letras porque la gente se lo curra un montón.
En cuanto a lo de las migas, yo me quedaré a tomarme una cerveza pero lo de comer está complicado pues tengo comida familiar. Lo que pasa es que al final me liareis como siempre y yo que nunca tengo ganas de juerga...
Un abrazo a todos y nos vemos el sábado en el ensayo.
P.d. Por cierto, Mateo es nombre de gato no?
Precioso cuento.
Deseo compartir con vosotros algunas de mis reflexiones respecto al mismo:
. Muchas veces en nuestra vida cotidiana el egoismo, la soberbia y el despotismo nos ciega y juzgamos a los demás partiendo de supuestos que elaboramos a priori para destruirlos y descalificarlos. Sería bueno detenernos y examinar la actitud que adoptamos y saber que un día y unas palabras de una persona dicen poco de ella, en cambio un tiempo y un buen diálogo nos puede mostrar lo que verdaderamente vale esa persona.Si no amamos a los demás seremos fáciles para elaborar juicios que solo generan desconfianza entre nosotros y que terminan en contra de nosotros mismos.
. Es impresionante lo que una vasija agrietada que pierde agua puede cosechar. El siervo se encontraba en un momento difícil...
Esta parte del cuento hace transladarme a mi vida personal y es que estoy segura que todo, por muy terrible que parezca al princio, TODO OCURRE PARA BIEN. Y es que en este año que he vivido momentos difíciles, a parte de aprender de ellos, me han brindado conocer nuevas personas que no hubieran llegado a mi vida de otra manera. Ellas me han dado lo mejor de si mismas, y de ellas me he enriquecido. Gracias a esos malos tragos hoy soy rica en amigos. Os quiero, gracias a vosotros todo ha sido más fácil, y diariamente lloro de felicidad, SOY FELIZ.
Permitidme un agradecimiento especial para los chicos de "AQUI PONGO LA ERA".
PAQUI DIAZ
Paqui, no sabes cómo nos alegramos de que cada día seas más feliz. Ya sabes, tú sólo tienes que venirte para acá siempre que puedas. Un abrazo.
Paco, Mateo es nombre de apóstol. Nombre de gato es Isidoro.
Andrés, a lo de las migas, que me cuentes, pero por dos, si puede ser.
La verdad es que te lo curras un montón presi!!! Os tengo un pokillo abandonaossss xo wenoooo, ya vendran tiempos mejores jajajaja. Enga un beseteeee a todos
Os exo muxo de menos
os echo de menos ..!!!!
que solo decirte andres que el finde que vene voi pa adamuz que si podeis poner el ensayo el sabado para que pueda asisitir, si se puede .
enga que me tiro to el dia canturreando canciones del coro por aqui por mi piso y tengo a mis compis aburrias...
jaja enga besitos a todos
hasta el sabado MARISOL
primaaa yo si ke te exo de menooss!!
menos mal ke de vez en cuando exas aki el garabato ke si no no sabrí sie stas viva o muertaa!!
ainsss un besoteees monaa TQ
y alos demás tambieeeen.. gracias x todoo!!!
andreees y tita marii un dia destos m teneis ke invitar a komeeer jejejee
Te invitamos si nos prometes no romper ninguna maceta, je, je, ...
jooo yo no las rompoooo!!!
me las rompen a mii!
ke sois mas malooos :(
jajaja
kayetano:
ke es lo ke as sentido kuando te han roto el cantaro? muchas emociones supongo...
-pues emociones nose.. pero un pinchazo en la pierna...
jajajaja
os kieroo
castañuelas tenemos que acordar los miles de kilos de migas que vamos a acer nos para los asistentes k no se kee naide sin comer que sabes k en nuestros perez-lole siempre acabamos muertos d ambre (a k si angel?)ese dia lo vamos a pasar de p.m.D.m.y aver si metemos alli a adamuz entero osease toda nuestra jente mil besos P.d.invitad invitad invitada a todo el mundo dadle vidilla
¡Quique!¿Quien es el castañuelas ese?
jajajjajaajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaj
se a exao muxa jente pa tras en lo de las migas por el tema de la cosexa de las cinutrias pero como en todo mi coro y en particular como dice mi amiga la peri desde el comite de festejos nosotros siempre nos examos palante migas hay pa to mi pueblo si no.......... y si no kedamos artos ay 15k de potaje (ai es na) vereis ke dia de convivencia examos k es por nuestra parte lo k buscamos estar el major rato con nuestros amigos de buen royo k los malos vienen solos mil besos
Un concurso de migas!!! Ya me gustaría a miii poder estar alli
Un besito muy grandeee
Os exo mucho de menosss. No sabeis cuantooo!!!!
Publicar un comentario