viernes, 13 de agosto de 2010

A un sólo día de un día grande...

Mañana, cuando en el reloj que marca las horas en nuestra villa de Adamuz suenen las nueve de la tarde..., cuando las campanas de la Parroquia de San Andrés Apóstol echen sus badajos al viento y repiquen en su tercer toque, nuestro Simpecado, portado por su coro, avanzará, lentamente, por entre los arcos románicos de transición a gótico que soportan la techumbre del templo...

Habrá llegado el momento...

Se cerrará un ciclo de ilusiones y sueños para dar paso a una etapa de hermosas realidades. Realidades en que la vida de este coro tendrá nuevas metas... por y para la Señora. El molino de nuestra existencia como grupo no se detendrá gracias al continuo paso del agua cristalina. Agua que, purificada por el Sol que nos alumbra, hará, entre otras cosas, que veamos, cada día, más claro el camino hacia Dios.

Mañana, será... un día grande, un día para recordar y contar a generaciones venideras. Será un día de llegada y un día de partida. Un día en el que, todos, creceremos interiormente para poner nuestros talentos al servicio de este hermoso grupo que, a cada momento, alimentamos y mimamos. Un día en que nuestros corazones se harán uno sólo por la fuerza de las emociones sumadas, por la fuerza de... la mirada de la Madre.


Por eso, os quiero dar mi más sincera enhorabuena a todos. Por ese grano de arena que habeis aportado, cada uno, para que el día de mañana tome forma.

Se que no todos hemos cantado en el mismo tono, pero no importa. Los que habeis estado al pie del cañón y os habeis hecho partícipes de todo y en todo, mañana os sentireis orgullosos de haberlo conseguido... y de buen seguro que, jamás, podreis olvidalo. A los que sólo habeis podido o querido ser meros espectadores, deciros que, de verdad, vale la pena estar pero es mucho más gratiticante, ser.

Estar en este grupo humano es bonito, la verdad, pero os prometo que ser de este coro, si me lo permitís, es todo un privilegio, algo a lo que muchos de nosotros hemos optado y aceptado como nuestro.

Creo que no me queda nada más que deciros por hoy, mañana... será otro día.

De todo corazón, gracias por hacerme vivir algo tan grande como de lo que vamos a ser, TODOS, testigos de excepción, invitados de honor.

Siempre, a vuestra disposición...

Por cierto, ¡qué hermosa está la Virgen! ¿verdad, romeros?

Andrés

1 comentario:

Jose dijo...

En verdad, que esta realmente hermosa la Señora.

Seguramente mañana la persona encargada de los agradecimientos y debido a su gran humildad, se dejara en el tintero un nombre, el más importante en este proyecto, GRACIAS de corazón D. Andrés Marin Canales, porque sin ti no hubiese sido posible.

Ya solo queda disfrutarlo hermano, y animo que nuestro próximo proyecto esta a la vuelta de la esquina.

Gracias, Señora, por el fruto de nuestros campos, oro amarillo que alimenta las vidas de nuestro pueblo.

¡Viva la Reina de los adamuceños!
¡Viva María Santísima del Sol!